“Hemos podido vivir la auténtica Rioja, cómo es su cultura, su gastronomía y enoturismo”, afirma Gabriela Campolongo, estudiante brasileña del Máster en Formación Permanente en Enoturismo que ha participado en el período de formación presencial.
Durante nueve días, los estudiantes del Máster han realizado un recorrido intensivo por La Rioja que les ha llevado a visitar Bodegas Queirón (Quel), 200 Monges (Albelda de Iregua), Bodegas Florentino Martínez (Cordovín) y Marqués de Murrieta; el barrio de la Estación de Haro y la Escuela de Hostelería y Turismo de Santo Domingo de la Calzada.
Como resumen, Gabriela Campolongo destaca que “la visita fue fenomenal para conocer distintos puntos de vista”, si bien la formación del Máster se completa con “la parte de marketing, bussines analitics y cómo crear una experiencia auténtica sin que sea algo masivo que no agrade a los consumidores locales”.
Un aspecto muy destacado, en su opinión, y en el que considera que La Rioja es un referente: “En mi opinión, que he podido visitar varias regiones del mundo, Rioja es, si no la mejor, una de las mejores para conocer la autenticidad del enoturismo”.
Por su parte, Eduardo Rodríguez Osés, director del Máster en Formación Permanente en Enoturismo, ha destacado que cerca del 60 % del alumnado es extranjero, lo que muestra “lo que es La Rioja: una región pequeñita pero enormemente reconocida e internacionalizada, a la que llega gente de otros lugares del mundo que quieren saber lo que hacemos y venir aquí a formarse”.
El perfil de los estudiantes, ha señalado, está formado tanto por un 30 % de jóvenes de 24 a 27 años, como el resto de los matriculados, que atesoran “10, 12 y hasta 15 años de formación”, lo que hace más enriquecedor su contacto con los expertos que han participado esta semana en las sesiones del máster.
Entre los ponentes del Máster han estado el sumiller José Félix Paniego, el vitivinicultor Eduardo Eguren, el escritor Bernardo Sánchez o las hermanas Loro (restaurante El Arriero, Sorzano)
Algunos de ellos han sido el sumiller José Félix Paniego, el vitivinicultor Eduardo Eguren (Cuentaviñas); el escritor Bernardo Sánchez; las expertas en análisis sensorial María Pilar Sáenz Navajas y Arancha de la Fuente Blanco; o las hermanas Loro (restaurante El Arriero, Sorzano).
Esa diversidad en el perfil de los estudiantes, afirma Eduardo Rodríguez Osés, “nos ha permitido ver durante estos nueve días diversos puntos de vistas. Determinados elementos comunes entre distintas zonas vinícolas, así como las grandes diferencias en viticultura, tradición, recursos y elaboraciones. En Brasil tienen hasta dos cosechas al año y sus vinos son muy diferentes. En Jerez de la Frontera sus olorosos tienen muy poco que ver con nuestra tradición de envejecimiento”.
En definitiva, considera que el Máster en Formación Permanente en Enoturismo permite estar “al tanto en vanguardia de aquello que esperan los turistas que es una experiencia inigualable y memorable en un territorio”.
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