El XIV Seminario de Cine y Derecho de la Universidad de La Rioja propone, del 10 al 19 de abril, una reflexión sobre ‘El Derecho a la Felicidad’ con seis sesiones y otras tantas proyecciones cinematográficas en el Aula Magna del Edificio Quintiliano.
El Seminario Cine y Derecho, que alcanza su decimocuarta edición, parte de la misma premisa de analizar críticamente el Derecho mediante películas que problematizan constantes jurídicas.
En esta ocasión, someterá a debate la idea de felicidad, es decir, la idea de bienestar que, en tanto que sentida, resulta de difícil medición para la norma jurídica. Las películas elegidas son: El club de la lucha, Buda explotó por vergüenza, Las invasiones bárbaras, La jaula de oro, El disputado voto del señor Cayo y Las sesiones.
Estas seis proyecciones darán lugar a debates sobre el Derecho a la Felicidad al margen del Derecho, a través del deseo de aprender, a través del buen morir y a través de la sexualidad; en relación con las migraciones (huidas, sueños y viajes); así como la felicidad y la participación política.
El XIV Seminario de Cine y Derecho está coordinado por los profesores Raúl Susín Betrán, David San Martín Segura y Sergio Pérez González; y se enmarca entre las actividades formativas programadas por el Departamento de Derecho.
Quienes estén interesados en asistir -y solicitar un crédito- deben realizar la inscripción previamente remitiendo un correo-e a: sergio.perezg@unirioja.es.
Desde hace varios siglos, la política nos invita a ser felices. Y el Derecho asumió esa invitación ya en los inicios de la Modernidad. La En palabras de los organizadores, «La Declaración de Independencia norteamericana de 1776 recogía ‘ciertos derechos inalienables’, como ‘la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad’; y la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano de 1793 establecía que ‘el fin de la sociedad es la felicidad común’. Las formas concretas en las que se articula esta felicidad tan renombrada, sin embargo, son inescrutables. Y en ese enredo, las regulaciones jurídicas se atoran hasta no distinguir la felicidad de lo necesario, la felicidad del lujo, la felicidad de quien no tiene nada o la felicidad que nunca logra quien ya tiene todo…»