Remedios Álvarez Terán ha logrado el título de doctora en Ciencias Humnaas y Sociales por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis La feminización de las Fuerzas Armadas españolas (1988-2011), con la que ha obtenido la calificación de apto ‘cum laude’.
En su trabajo de investigación, dirigido por el profesor, Carlos Navajas Zubeldia, la nueva doctora describe y analiza el proceso que se viene gestando las Fuerzas Armadas españolas desde 1988, cuando ingresaron las primeras oficiales, y hasta finales de 2011. En el conjunto de la organización son unas 15.000 mujeres, de las que 1.500 son oficiales y unas 13.500 son soldados. El total de efectivos es de unos 130.000 militares en activo, por lo que las militares suponían el 12,1% en diciembre del pasado año.
La feminización en esta profesión es un cambio que se inicia en Occidente a partir de la II Guerra Mundial, cuando varios ejércitos contendientes incorporaron mujeres para diversas tareas aunque sin estatus militar (mecánicas, camioneras, operadoras de radio, enfermeras).
«Es una necesidad de la democracia en un sentido amplio, ya que, por un lado, los ejércitos dejan de ser conscriptos, lo que implica necesidad de recursos humanos voluntarios. Y al mismo tiempo, una sociedad democrática no puede aceptar por más tiempo cortapisas legales en el acceso a ésta o a cualquier ocupación», explica la nueva doctora.
EFECTO Y REPERCUSIÓN.- El ingreso de las mujeres en este ámbito históricamente masculinizado tiene repercusiones para ellas, para los ocupantes de esos espacios hasta el momento, para la organización y la sociedad en general.
Remedios Álvarez concluye que, aunque la feminización se da simultáneamente tanto en la organización militar como en la sociedad civil, es de esta segunda de donde nace el impulso y se potencia con las nuevas leyes.
Al principio el personal masculino de las Fuerzas debe aceptar la nueva situación y adaptarse puesto que es un proceso que implica cambios en su mentalidad igual que en la sociedad civil.
Entre otras cosas ha sido necesario modificar estructuras (dormitorios, baños) en todas las instalaciones, incluidos buques o submarinos. Al mismo tiempo la legislación ha debido incorporar todas las contingencias (embarazos y partos son las más visibles) que afectan a las mujeres en exclusiva.
Según Remedios Álvarez, el fenómeno de feminización continúa en marcha y estará siempre inacabado como proceso humano y, «aunque parezca que se ha consolidado no se pueden hacer muchas afirmaciones en este sentido, ya que los retrocesos para las mujeres siempre son posibles y tenemos ejemplos de ello cercanos en el Mediterráneo», sostiene.
Pese a la dificultad de hacer previsiones en situaciones de crisis como la actual respecto a la cifra de mujeres que ingresará próximamente en las Fuerzas Armadas, la nueva doctora apunta a que hay indicios de que el número no siga al alza como consecuencia de los recortes económicos que disminuyen en general el número de efectivos totales y porque, según las estadísticas, cuanto mayor es la demanda masculina para ingresar en las tropas menos mujeres acceden, un hecho que está sucediendo en España desde 2008.