Carmen Sabater, profesora de Sociología de la Universidad de La Rioja, ha logrado el título de doctora en Deusto con la tesis Los espacios digitales de la intimidad y la privacidad en los jóvenes de la Comunidad Autónoma de La Rioja; calificada con apto ‘cum laude’ por unanimidad.
El estudio se ha realizado entre los jóvenes nacidos de 1991 a 1997 socializados en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), los denominados «nativos digitales», en los que se prevé una mayor tendencia hacia estas conductas más exteriorizadas, por su uso intensivo y ubicuo de las nuevas aplicaciones tecnológicas.
PRIVACIDAD.- Los principales resultados de la investigación indican que los jóvenes mantienen una gran reserva hacia su vida privada, en especial, de sus conversaciones, de sus relaciones con desconocidos/as, de sus asuntos privados y de su espacio personal; aunque viven en un binomio contradictorio entre las actitudes y los comportamientos en Internet.
Si bien la mayoría de jóvenes mantiene una gran reserva en su interacción con desconocidos/as (entre un 5-7% agrega a desconocidos al Messenger, habla sobre temas personales y quedan con personas que no conocen personalmente), el porcentaje que comparte información -como fotos y vídeos- llega al 30 %.
Las redes sociales representan una gran paradoja ya que la actitud de reserva en Internet (un mundo percibido como amplio, difuso, abierto al público) se transforma en una actitud de mayor apertura para facilitar datos privados (nombre, apellido, centro de estudios, fecha de nacimiento¿) y para abrir el acceso a desconocidos, generalmente, amigos de amigos.
No obstante, la reserva persiste en datos de localización, como la dirección y el teléfono móvil, y en datos íntimos, como los sentimientos más profundos. Tuenti es la red social favorita para más del 90% y en ella se ofrecen datos personales a cambio de la pertenencia como miembro.
Los jóvenes preservan su privacidad, aprenden e implementan configuraciones que limitan el acceso al perfil y a los contenidos personales (más del 92% tienen un perfil privado). Sin embargo, amplían el número de contactos de su red social hasta 300-400 personas. Este entorno favorece una segmentación: el joven utiliza diferentes medios y aplicaciones en función de padres, amigos o pareja, y del contenido de la información.
INTIMIDAD.- El modelo tradicional de intimidad realizada en lugares cerrados, en soledad y en silencio, se mantiene para una tercera parte de los jóvenes, con una presencia más amplia entre los mayores de edad. Pero una amplia mayoría de jóvenes, sobre todo menores de edad y mujeres, viven sus momentos de reflexión personal en entornos interactivos y tecnológicos.
La intimidad se extiende espacialmente con las nuevas tecnologías, en particular con la compañía de la música; y socialmente, con la búsqueda de compañías, reales o virtuales, mediante las aplicaciones 2.0 (blog, chat, foro).
Los temas de reflexión se centran en el universo privado. Más de la mitad de jóvenes piensan en sus problemas personales y en asuntos relacionados con su familia y amigos. Se detecta una escasa proyección social y una baja presencia de la oración y la meditación, especialmente en los adolescentes de 14-15 años.
La denominada «generación transparente» no se puede considerar ni «generación» si analizamos la personalización que adquieren sus conductas con las TIC, ni «transpartente» ya que su privacidad sólo se muestra diáfana de forma esporádica y en determinada información.
Las filtraciones esporádicas y la intensidad de la vivencia de un segmento externo generan «espacios digitales» abiertos a lo público (problemas del mundo), a lo social (vivencias lúdicas comunes), a lo privado (datos del perfil) y, para este minoritario segmento, a lo íntimo (afectivo y físico).