VACUNACIÓN ANTIGRIPAL
Las campañas se realizan anualmente precediendo
a los meses de mayor incidencia de la enfermedad.
El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales
informa puntualmente del inicio de las mismas.
Sus efectos
El fin primordial de la vacunación es
prevenir la enfermedad. La utilización de la
vacuna genera un nivel de anticuerpos circulantes en
sangre que nos protege contra los virus que la provocan,
los virus Influenza, que producen epidemias de forma
periódica anual y estacional.
El nivel de protección es variable de unas personas
a otras; comienza a ser eficaz a los ocho días
de su administración, generando la aparición
progresiva de anticuerpos específicos que se
mantienen en sangre aproximadamente durante un año.
La eficacia de la vacuna no cubre de forma total el
riesgo de enfermedad, pues, en ocasiones, los resultados
dependen de la predisposición del paciente o
de su capacidad para fabricar anticuerpos.
Su composición
Se elabora según formulas recomendadas
anualmente por la Organización Mundial de la
Salud en función de datos epidemiológicos
previos. Está formada por virus fraccionados,
cultivados en embrión de pollo y posteriormente
inactivados, purificados y concentrados.
La composición varía cada año teniendo
en cuenta las epidemias que se han producido con anterioridad.
Se trata, por tanto, de un tratamiento de temporada,
por lo que debe utilizarse solamente la del año
en curso.
Estos cambios anuales son necesarios para que sea realmente
efectiva, dada la gran facilidad que tienen los virus
de la gripe para realizar mutaciones en su estructura.
Cuando nos debemos vacunar
La mejor época es el comienzo del otoño,
durante los meses de septiembre y octubre.
La vacuna se administra en una sola dosis por medio
de inyección subcutánea profunda.
Efectos secundarios
Es una vacuna que se tolera muy bien. En ocasiones,
se puede presentar una reacción local pasajera
en la zona del pinchazo con aparición de enrojecimiento
y ligero dolor localizado en el punto de inyección.
Raramente, pueden aparecer síntomas generales
leves como febrícula, molestias musculares o
ligero dolor de cabeza.
Qué personas pueden vacunarse
Cualquier persona con buen estado de salud y con capacidad
inmunológica normal.
La vacunación antigripal no debe ser administrada
a niños menores de seis meses ni durante el primer
trimestre del embarazo.
No deben vacunarse las personas alérgicas a las
proteínas del huevo o aquellas que hayan tenido
una reacción moderada o severa después
de la administración de la vacuna en ocasiones
anteriores.
La vacunación deberá posponerse, hasta
que se resuelva el proceso, en caso de enfermedades
infecciosas agudas, fiebre o enfermedades neurológicas
activas.
Qué personas deben vacunarse
Es recomendable la vacunación en todas
las personas que tengan mayor riesgo de desarrollar
complicaciones en caso de presentar la enfermedad y
en todas aquellas que deseen evitar sus síntomas.
Los grupos de personas a los que se recomienda especialmente
la vacunación son:
· Personas mayores de 60 años, aunque
no padezcan ninguna enfermedad.
· Grupos laborales de responsabilidad social:
policías, bomberos, docentes, personal sanitario.
· Personas que por su profesión están
expuestas a un riesgo elevado de contagio: atención
al público, despachos compartidos, etc.
· Personas de cualquier edad que padezcan patología
crónica cardiaca, pulmonar o renal, diabetes,
inmunosupresión o formas severas de anemia.
Servicio de Prevención de Riesgos Laborales
prevencion.riesgos@unirioja.es
Última modificación:
25-01-2021 13:58
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