La nueva Sala de Análisis Sensorial se ubicará en la zona Oeste de la planta baja del Ala de Agricultura y Alimentación del Complejo Científico-Tecnológico de la Universidad de La Rioja. Sus usos docentes e investigadores incluirán la cata de vinos y de otros productos agroalimentarios.
En total, la Sala de Análisis Sensorial ocupará un espacio de 134,06 metros cuadrados de superficie construida, de los cuales 117,55 m2 serán útiles. La obra, adjudicada por 133.027,46 euros, tiene una duración prevista de 4 meses. La oferta de Ardanza y Colina S.L. supone una baja de 6.002,52 euros, un 4,3% del presupuesto de licitación (139.029,98 euros).
La empresa efectuará obras de demolición, red de saneamiento, albañilería, revestimiento de solados y alicatados, carpintería, fontanería, iluminación, climatización, electricidad y protección necesarias. Las obras obligarán a cerrar la terraza ubicada en esa zona colindante con la Bodega Experimental. La cubierta se realizará con paneles de aluminio color vino, ventanas al Norte y el revestimiento interior, con baldosas de gran formato.
Finalmente, la Sala de Análisis Sensorial contará con una cocina-office independiente del resto de la estancia que ocupará 8,99 m2. En los 108,54 m2 restantes se instalarán 20 puestos de cata distribuidos en forma de ‘U’ de conformidad con la Norma UNE 87-004-79.
El equipamiento de la Sala de Análisis Sensorial de la Universidad de La Rioja se adjudicará en un concurso posterior. Este incluirá tanto los puestos de cata como la cocina-office. Ésta llevará una encimera, lavaplatos, lavacopas, frigorífico y dos armarios especiales.
Los puestos de cata estarán equipados con una pileta de grifo temporizado, conexión a la red de saneamiento, punto de luz con apagado y encendido independiente y sistema de regulación así como de dos bases eléctricas de 16 A.
Estas obras de habilitación de una Sala de Análisis Sensorial -o Sala de cata- en el Complejo Científico Tecnológico de la Universidad de La Rioja se suman a la inversión realizada con anterioridad para ampliar el equipamiento de la Bodega Experimental y, así, triplicar su capacidad de producción.
La Bodega Experimental de la UR dispone ahora de dos depósitos de 1.000 litros y cuatro de 500 litros, lo que eleva la capacidad total de almacenamiento a 3.000 litros de vino. Además se adquirió una mesa de mesa de selección de uva, una cinta transportadora, una prensa neumática, una prensa hidráulica, una estrujadora-despalilladora, una bomba peristáltica, un equipo de frío/calor, un equipo de estabilización tartárica y bombas de trasiego.
Igualmente se ha equipado con sondas de pH, potencial redox, medida de caudal de dióxido de carbono y células de carga, ordenadores, equipo de micro-oxigenación, un espectrofotómetro, una línea de embotellado, una enjugadora de botellas, barricas de roble de distintos tamaños, equipos de flotación y un filtro tangencial.
