La región cantábrica -que abarca Asturias, Cantabria, Bizkaia y Gipuzkoa- es un espacio clave para el estudio de las sociedades de cazadores-recolectores de la Prehistoria europea (Paleolítico y Mesolítico), según se desprende del número especial de la revista científica ‘Journal of Archaeological Science: Reports’ (Elsevier) recientemente publicado.
Este ejemplar aborda aspectos como el contexto ambiental; la elaboración y uso del utillaje de piedra; la actividad cinegética, valorando también la interacción entre humanos y grandes depredadores, como el león de las cavernas; las prácticas funerarias; y el arte rupestre, entre otros.
Las investigaciones en la región cantábrica comenzaron pronto, en el último cuarto del s. XIX, y cobraron especial vigor tras la aceptación definitiva de la autenticidad y antigüedad del arte rupestre de Altamira.
Desde entonces los trabajos se han desarrollado favorecidos por la cantidad y la calidad de las manifestaciones culturales conservadas; algunas de ellas forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Este número especial de la revista científica ‘JAS: Reports’ ha sido editado por Miguel Ángel Fano, profesor titular de Prehistoria de la Universidad de La Rioja, en colaboración con la investigadora Adriana Chauvin, del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC).
‘JAS: Reports’ incluye un editorial y 12 artículos firmados por 76 especialistas en distintas disciplinas de la Arqueología de España, Portugal, Francia, Suiza, Reino Unido, Alemania, Canadá y Estados Unidos.
Tras la última gran síntesis sobre la Prehistoria Antigua de la región cantábrica, publicada como anejo de la revista Kobie (Ed. Diputación Foral de Bizkaia) en 2004, el monográfico de JAS: Reports hace balance de la investigación de los últimos 15 años, y aporta nueva información sobre las sociedades que poblaron la región durante el Paleolítico y el Mesolítico.
La publicación también incluye trabajos sobre yacimientos arqueológicos de entornos cercanos al Cantábrico, como la Montaña de León o el valle del Ebro, que contribuyen a una mejor comprensión de la realidad arqueológica de la costa cantábrica.
NOTA: La nota de prensa completa puede consultarse aquí.