Manuel Sáinz Ochoa ha obtenido el grado de doctor por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis titulada Señorío y justicia realenga en la Edad Moderna: del ‘alcalde ahorcado’ a la constitución de la Mancomunidad de las Siete Villas.
Desarrollada en el Departamento de Ciencias Humanas, ha sido dirigida por José Luis Gómez Urdáñez y ha logrado la calificación de sobresaliente ‘cum laude’.
Los pueblos del Alto Najerilla constituyeron en el siglo XVI una mancomunidad de villas que llegó a tener una gran fortaleza institucional y una organización interna muy minuciosa. Su junta general tomaba decisiones sobre un amplísimo número de asuntos.
Pero lo que hace de ella una institución verdaderamente singular es que no nace para organizar el territorio, sino para resistir las pretensiones de los Ramírez de Arellano, señores de los Cameros. Los dos primeros reglamentos que le conocemos tienen un carácter claramente antiseñorial. Así, Viniegra de Arriba queda excluida de la mancomunidad -en contra de la lógica territorial- por el simple hecho de no pertenecer a la casa Arellano.
Esto ha llevado al doctor a buscar en el contexto histórico y en el pasado inmediato de la sierra la razón de ese marcado carácter. Y en él ha encontrado una lucha esforzada y precoz (respecto a otros territorios del señorío camerano), que terminó derivando a los tribunales reales y concluyó en la sentencia del año 1500.
La muerte de Isabel I y la confusión que le siguió permitió a los Condes de Aguilar imponer, con una violencia brutal, un estado de cosas semejante al anterior. Este hecho permite al doctor destacar el papel que en el conflicto juegan la red de relaciones -de hostilidad o de clientela- entre las familias aristocráticas de La Rioja.
La primera parte de su tesis se dedica a conceptualizar el movimiento de protesta que protagonizan los serranos en estos años. No es una revuelta provocada por la escasez sino activada, precisamente, por la expectativa del beneficio lanero que frustra la actuación del conde.
El conflicto confirma también el papel de las minorías concienciadas en las movilizaciones; pues quienes la promueven son miembros de la oligarquía local de grandes ganaderos de las villas. Y pone de manifiesto también la valoración de la oportunidad en la elección del procedimiento y el momento de actuar.
La protesta recurre -como las modernas teorías sociológicas sobre los conflictos sociales destacan- a las viejas tradiciones del territorio para organizarse. En ese proceso de organización rescatan sus antiguas formas de relación y surge la Mancomunidad, que incorpora así el carácter antiseñorial del que se habla.
En la tesis también se indaga sobre esa tradición que tiene origen en sus formas gentilicias de relación y perdura en la Edad Media a través de dos comunidades de valle. Sobre ellas se constituyen los concejos, a la vez que se asientan los emergentes poderes feudales que representan los monasterios de Valvanera y de San Pedro de Arlanza.
La organización comunal del territorio se atisba en diferentes indicios como la conservación de los documentos que hacen referencia al territorio en su conjunto, algunos de ellos -los Fueros de Fernán González- de su propia creación o en las estrategias acordadas de defensa cuando se plantea el pleito de 1492. Aunque quizá la referencia más clara se encuentra en el conflicto que lleva al ahorcamiento del alcalde de Mansilla hacia 1430.
Esa misma tradición alimenta el reglamento de la Mancomunidad de 1584, que ya no se modificará hasta su final en 1954. Su redacción, en un contexto de fuerte contestación al señor de los Cameros, dará a la institución ese carácter suyo tan singular.
La Mancomunidad se constituye desde entonces como la instancia de representación del territorio ante cualquier poder externo a él, sea el señor, el rey, la Mesta, el ejército o, una vez desaparecido el régimen señorial, el estado liberal.
Manuel Sáinz Ochoa fue alcalde de Logroño entre 1983 y 1995.