Según los alumnos de la Universidad de la Experiencia, «la elección de un árbol se debe a que se trata de un ser vivo, cambiante, impasible, que da la idea de renovación y permanencia, como corresponde al fundamento de la enseñanza: renovación para adaptarse al cambio y permanencia en las esencias de la cultura universitaria: tolerancia, diálogo, conocimiento, discusión, duda, frutos, al igual que los del roble, quizá no siempre apreciados pero necesarios para el desarrollo humano».
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