La pequeña araña roja, Tetranychus urticae, (de sólo 0,3 milímetros de longitud) es una plaga muy destructiva que ataca en todo el mundo a más de 150 plantas cultivadas, incluyendo tomates, pimientos, fresas, flores, manzanas, peras, uvas y soja. Es, además, una plaga muy difícil de controlar porque desarrolla rápidamente resistencia a diversos plaguicidas -nada menos que 389 casos de resistencia han sido registrados hasta ahora-, la mayor conocida entre los artrópodos (que incluyen tanto insectos como ácaros). Medido en tiempo, significa que estos ácaros suelen desarrollar resistencia a los acaricidas entre 2 y 4 años después de verse expuestos a ellos.
El genoma de la araña roja se secuenció recientemente en el marco de un proyecto liderado por Miodrag Grbic (Grbic et al. 2011), investigador vinculado en La Rioja al Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV). En un nuevo estudio, junto con otros socios internacionales han utilizado este descubrimiento para identificar tanto el modo de actuación de un acaricida empleado muy comúnmente, como la manera en que los ácaros desarrollan la resistencia al plaguicida. Este nuevo estudio (Van Leeuwen et al. 2012) será publicado esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La secuenciación del genoma de la Tetranychus urticae ha creado recursos únicos que hacen posible este nuevo estudio. La posibilidad de producir grandes poblaciones de ácaros para estudiar su resistencia, permitirá localizar las mutaciones de resistencia a plaguicidas en un gen específico. Estas mutaciones hacen a los ácaros resistentes al etoxazol, un acaricida utilizado en todo el mundo para el control de la araña roja en la agricultura.
Conocer cómo funcionan molecularmente insecticidas y acaricidas puede ayudar al desarrollo de nuevos plaguicidas más efectivos y menos tóxicos. El etoxazol inhibe la síntesis de quitina en los ácaros, interrumpiendo así su desarrollo normal. Es un componente esencial en el exoesqueleto de los insectos y de los ácaros, pero no en los vertebrados.
Hasta ahora la falta de recursos genómicos ha limitado la comprensión de algunos rasgos de los artrópodos con importancia en términos ecológicos y económicos, pero nuestro estudio abre la esperanza de que el uso inteligente de la nuevas tecnologías y de los nuevos métodos genéticos permitan un rápido progreso en esta área. La araña roja provoca pérdidas económicas superiores a los 1.000 millones de dólares anualmente en todo el mundo.
Los principales participantes en el estudio son Miodrag Grbic (ICVV-La Rioja, España/UWO, Canadá), Thomas van Leeuwen (Universidad de Gante, Belgium), Hans Merzendorfer (Universidad de Osnabrück, Germany), y Richard Clark (Universidad de Utah, EE UU). El apoyo canadiense al estudio proviene del Gobierno de Canadá a través de Genome Canada y el Instituto de Genómica de Ontario OGI-046, y del Ontario Research Fund-Global Leadership in Genomics and Life Sciences GL2-01-035 a Miodrag Grbic.