Esta es la segunda edición de unas jornadas que, con periodicidad bienal, pretende abordar problemas de actualidad claves para la economía y la empresa española. En esta ocasión se dedican a la Localización y competitividad en un escenario económico global.
Las II Jornadas de Economía Española pretenden, a lo largo de las trece ponencias previstas durante las cuatro jornadas que van del 15 al 18 de enero, profundizar en los desafíos a los que se enfrenta la empresa en el actual escenario económico; hacerlo desde la doble visión de los expertos del ámbito académico y empresarial, así como desde un punto de vista internacional, nacional y regional.
El creciente proceso de globalización que vive la economía mundial obliga a las empresas a definir nuevas estrategias que les permitan avanzar con éxito en un entorno sometido a una competitividad creciente. Algunas de estas estrategias afectan a las decisiones de localización de las distintas fases del proceso de producción y comercialización.
Entre las variables sometidas a consideración para la toma de este tipo de decisiones, aparecen las facilidades asociadas a las nuevas tecnologías de la información, la drástica reducción de los costes de comunicación o las diferencias en los costes de producción relativos que constituyen una clara ventaja comparativa de las nuevas economías emergentes respecto a los países más desarrollados.
En el contexto europeo, España se benefició en la década de los ochenta de una intensa corriente de entrada de inversión extranjera atraída, entre otros factores, por las ventajas que se derivaban de su incorporación a la Unión Europea, por unas expectativas de crecimiento favorables y por unas condiciones laborales mejores que las de los socios comunitarios. Las empresas que en aquel momento se incorporaron a la estructura productiva española vuelven ahora sus ojos hacia nuevos países.
Este proceso se percibe con inquietud en Europa donde, a los retos que se derivan por la rápida integración de nuevos países en la economía mundial (China e India principalmente), se unen las consecuencias derivadas de la reciente incorporación a la UE de países en los que, entre otros atractivos, se combinan niveles elevados de capital humano con reducidos costes laborales.
La experiencia de algunos países y empresas muestran las oportunidades de éxito que se abren ante el nuevo escenario ya que las ventajas absolutas en costes no son determinantes en el comercio internacional, como tampoco son los costes laborales los determinantes básicos de la competitividad.
Los interrogantes que se abren son fundamentales para la economía riojana. Las particularidades de su tejido industrial y los retos a los que se enfrenta, otorga una actualidad permanente a cualquier decisión que favorezca su posición competitiva.
