Las I Jornadas ‘Ética del Valor’ tienen lugar el miércoles 27 y jueves 28 de abril en la Sala de Juntas del Edificio Quintiliano, a partir de las 18.00 horas.
La sesión ‘Nihilizar paradigmas sobre la Globalización’ tiene lugar el miércoles 27 de abril y en ella participan Mario Sáenz M., Pablo Pérez D.F., Javier Zúñiga C. y Juanpe Pedroarena E.
Por su parte, la sesión ‘Crear esperanza’ tiene lugar el jueves 28 de abril con la participación de Mario Sáenz, David Borrás M. y Alejandro Fuente S.
El objetivo de las jornadas es dejar claro que la persona en sí, entendida como un fin en sí mismo, es un ser libre en potencia. No pocas son las mentiras socioculturales que, lejos de tener sentido, son más que bien vendidas a un mundo contemporáneo que las difunde mediante la Globalización, causante principal de la génesis de una asimilación omnipresente causante, a su vez y nuevamente (generalizando y, por tanto, errando), de que no pensemos ni de dónde venimos, ni dónde estamos, ni hacia dónde vamos.
En ‘Alicia en el País de las Maravillas’, Lewis Carroll alude, mediante el Gato de Chesire, a Alicia, diciendo: «Si no sabes a dónde quieres llegar, ¿qué importa el camino que escojas?».
¿Dónde han quedado las locuras de bailar en óperas sin suelo, de soñar a lo grande, de construir sin miedo a fallar, de accionar la consecución de objetivos idealistas, de geometrizar los miedos?
La inversión en libertad conlleva una inversión doblemente fuerte en ética. Es por eso que si nos encontramos ante una sociedad que justifica sus actos en sinsentidos, se nos hace imposible instaurar una ética de la responsabilidad, de la perseverancia y del compromiso.
Abandonamos nuestros sueños antes de soñarlos. Nos dejamos comer por el estatismo del «lo que tenga que ser, será», de los destinos, de los absolutos creados, etc.
Esto tiene mucha tela. Quien quiere algo lo consigue y punto, pues o hay voluntad o hay excusas derivadas de una falta de formación absoluta en paradigmas morales realmente optimistas. La gota no arrastra a la piedra porque sea más fuerte, sino porque persevera. Siempre es un buen día para reinventar(se).
