La capacidad de adaptación de la bacteria Enterococcus faecalis al medio hospitalario se remonta a más de un siglo, según las conclusiones de un estudio internacional que ha analizado más de 2.000 cepas datadas entre 1936 y 2018; y que ha permitido descubrir las características con las que esta bacteria ha logrado adaptarse y sobrevivir a pesar de los avances asociados con los antibióticos y el control de infecciones.
‘Nature Communications’ ha publicado las conclusiones de este estudio coordinado por el profesor Jukka Corander, afiliado a la Universidad de Oslo (Noruega), la Universidad de Helsinki (Finlandia) y Wellcome Sanger Institute (Cambridge, UK) y en el que ha participado Carmen Torres Manrique, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular y responsable del Grupo de Investigación ‘One-HealthUR’.
Además, en este estudio han colaborado investigadores de distintas universidades y centros de investigación de Noruega, Holanda, Reino Unido, Portugal, así como de España (Instituto ‘Ramón y Cajal’ de Investigación Biomédica de Madrid).
La E. faecalis es una bacteria que coloniza de manera habitual el tracto intestinal humano y de otros animales sanos. Sin embargo, es también un patógeno oportunista, muy asociado al medio hospitalario y puede causar infecciones graves, que en ocasiones son difícilmente tratables, ya que algunas cepas poseen múltiples resistencias a los antibióticos.
Este estudio internacional ha determinado -al combinar cepas bacterianas clínicas tanto antiguas como recientes junto con nuevas tecnologías- que E. faecalis se ha adaptado a las condiciones hospitalarias ya desde mediados del siglo XIX, mucho antes de que se construyeran los primeros hospitales modernos.
En total se han analizado los genomas de más de 2.000 cepas de E. faecalis de muy diferentes orígenes obtenidas durante un periodo de casi un siglo (1936-2018), procedentes tanto de aislados clínicos antiguos y recientes, como de aislados de esta bacteria de humanos y de animales sanos (tanto de producción, como domésticos y silvestres), de alimentos y medioambiente.
El Grupo ‘One-Health UR’ ha aportado numerosas cepas de orígenes muy diversos como de animales de producción, de compañía o salvajes (mamíferos y aves), así como también de aislados humanos, alimentarios o medioambientales, obtenidas desde la década de los 90.
Los investigadores han combinado el uso de la técnica de secuenciación de DNA Nanopore de última generación y nuevas técnicas de análisis genómico desarrolladas por el grupo de Corander; todo lo cual les ha permitido descubrir una serie de características asociadas particularmente con cepas bacterianas que se han adaptado al ambiente hospitalario.
En este estudio se tuvo la oportunidad excepcional de estudiar cepas de E. faecalis obtenidas en la era pre-antibiótica, época anterior a la amplia introducción de antibióticos. La muestra más antigua que se pudo analizar fue tomada en un hospital holandés en 1936.
Determinar el genoma exacto de estas bacterias antiguas ha dado la oportunidad al grupo de investigación de compararlas con aislados clínicos recientes y rastrear la evolución de la población bacteriana con una precisión muy elevada.
El estudio ha demostrado que actualmente hay al menos cinco linajes genéticos de E. faecalis circulando por todo el mundo especializados en entornos hospitalarios, el más antiguo de los cuales data de mediados del s. XIX y el último, de 1960. Todos los linajes comparten cambios evolutivos similares en su genoma, que probablemente les han proporcionado la capacidad de adaptarse a las condiciones hospitalarias.
NOTA: Esta información se puede ampliar en este dossier de prensa.