«Hay que reconocer que en la cancha del campus sólo hubo un equipo; los riojanos salieron concentrados desde un inicio, sabedores de la importancia de aprovechar su condición de locales y en frente sólo encontraron un rival sin demasiados argumentos y que a penas mostró intenciones de pelear el encuentro.
Una buena dirección de juego por parte de Cristian, rematada por el poderío ofensivo de Marco fueron argumentos más que suficientes para cerrar un imprevisto primer set que dejó al conjunto orensano en diez puntos.
El segundo fue incluso más escandaloso; los gallegos sucumbieron al saque táctico de Roberto y los flotantes tensos de Yeco, que doblegaban una y otra vez la construcción del juego rival.
La desazón del C.V. Ourense se desató con un exceso de presión en sus jugadores, que protestaron vehementemente algunas decisiones del colegiado Fernández, motivadas más por la impotencia que por el reclamo de la justicia arbitral.
En el tercer parcial, el técnico local siguió rotando el banquillo, dando juego a los doce jugadores convocados -Ajamil lesionado y Gonzalo a expensas de recibir el tránsfer no pudieron ser de la partida-. El exceso de confianza provocado por la facilidad de los primeros dos sets y un atisbo de orgullo por parte del Ourense hizo que el entrenador universitario tuviera que pedir un tiempo muerto con 8-10 en contra. Tras esto, cualquier atisbo de remontada visitante se anuló, y la tónica anterior volvió a imponerse, cerrándose el encuentro con un brillante punto en el que, tras varios ataques por ambas partes, finalizó con un ataque zaguero de Kike, que se hizo merecedor de finiquitar el partido.
PRÓXIMA JORNADA
Debido a que la Universidad solicitó «doblar» partidos en tierras gallegas, el encuentro que le debía enfrentar la siguiente semana al C.V. Zalaeta coruñés se traslada al día 2 de noviembre, así que el reencuentro con la competición se producirá el domingo 26 de octubre, en el polideportivo universitario, esta vez frente al poderoso Turismo de Vigo».
(Crónica de Israel Ajamil).