El primer set empezó igualado, con alternativas en el marcador y con un juego poco vistoso por ambos equipos. Sin embargo, un poco más de concentración y la fortuna hizo que las cántabras se hicieran con el parcial.
El segundo discurrió de forma similar, sin que ninguno de los dos sextetos se mostrara más fuerte que el otro, pero esta vez la U.R. lograba el empate. Esto pareció entonar al equipo local, que poco a poco se fueron asentando en la pista, pero al final del set, con un 23-22 a favor y una pelota franca
para cerrar el punto, se volvió a ver los fantasmas de anteriores encuentros en los que las chicas de Ajamil no supieron cerrar el parcial. Las cántabras aprovecharon esa falta de convencimiento local para hacerse con el psicológico segundo set, que a la postre supuso una losa anímica para su
rival que no supo levantar en el cuarto.
La próxima jornada las universitarias se desplazan a Noia, dónde se enfrentaran a un conjunto aún invicto, por lo que deberán apretar los dientes si quieren volver con algo positivo de tierras gallegas.