José Mª Martínez de Pisón, rector de la Universidad de La Rioja, y la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, han suscrito una declaración de intenciones que se formalizará en un convenio de colaboración por el que la UR podrá disponer de parte de las instalaciones de la Biblioteca «Rafael Azcona», de propiedad municipal.
En principio, el Ayuntamiento de Logroño se reservará el 55 por ciento de los espacios de la «Rafael Azcona» y el resto lo utilizará la Universidad de La Rioja. Al compartir los espacios también se compartirán los gastos de mantenimiento, aunque son aspectos que deberán ser concretados en el marco jurídico y de compromisos económicos del posterior convenio.
Además de las zonas que ocupe cada institución -el Ayuntamiento, la planta baja y parte del sótano; la otra parte y la primera planta, la UR- habrá espacios comunes, incluida la sala de usos múltiples. Tal como se recogerá en el convenio, cada una de las partes se ocupará del acondicionamiento de las instalaciones que utilice, además de cubrir los gastos de mantenimiento de modo proporcional.
El objetivo es ofrecer un servicio más completo tanto a los universitarios como a los vecinos de este barrio, en el que precisamente residen muchos de los alumnos de la UR.
La Universidad de La Rioja también colaborará en el gasto de personal, al asumir el coste de uno de los puestos de trabajo ubicados en el mostrador de atención en el vestíbulo, ya que desempeñará tareas de información sobre los servicios que preste la UR.
Los espacios que gestionará la universidad se dedicarán a la ubicación de determinados fondos y archivos de esta institución. Además, se llevará a cabo la instalación de forma más adecuada del Centro de Documentación Europea, creado en 1997; así como de las dependencias de la Fundación de la Universidad y de actividades de extensión universitaria.
La Biblioteca «Rafael Azcona» abrirá sus puertas al público el uno de octubre. Esta dotación ha sido ubicada en el antiguo colegio Gonzalo de Berceo, en la calle Santos Ascarza, una obra emblemática del arquitecto Fermín Álamo que ha sido rehabilitada para tal fin.
El conjunto se completa con dos edificios modernos con la misma solución estética, que se conectan entre sí y con el anterior inmueble mediante pasillos y distribuidores. En total, dispone de 4.000 metros cuadrados.
Con este convenio -cuyo plazo de vigencia es de un año, prorrogable por periodos iguales con un máximo de tres prórrogas- el Ayuntamiento de Logroño refuerza los lazos de colaboración con la institución universitaria; a los que se suma la cesión de la Casa de la Inquisición para la Fundación Dialnet.
