José Luis Gómez Urdáñez y Fernando Gil Torner ofrecen el jueves 10 de junio la videoconferencia titulada ‘Logroño, 1701: ni rey, ni papa ni obispo… ni San Bernabé’, a las 19.00 horas, a través del canal Youtube de la Universidad de La Rioja.
En ella, detallarán los motivos por los que en ese año del s. XVIII no se celebraron las fiestas patronales de Logroño que tradicionalmente festejan el triunfo de la ciudad sobre el asedio franconavarro de 1521; y que este año se han suspendido, en este caso por la Covid-19. La conferencia podrá seguirse a través del canal Youtube de la UR.
En 2010, José Luis Gómez Urdáñez, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de La Rioja, dirigió el trabajo de investigación titulado ‘El ceremonial civil barroco. El protocolo en el concejo logroñés en el s. XVII’, que documenta esta suspensión de las fiestas de San Bernabé en 1701, y por el que Fernando Gil Torner obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados.
En dicho trabajo detalla cómo el escribano del Ayuntamiento de Logroño dejó anotado el 16 de noviembre de 1700 que «por la misericordia de Dios en este día se halla la Iglesia sin Pontífice, España sin rey y el obispado sin Obispo».
Esto fue debido a la muerte del monarca español Carlos II el 1 de noviembre de 1700, la ausencia de papa de Roma -al fallecer Inocencio XII en septiembre y no ser nombrado Clemente XI hasta diciembre- y la muerte también del obispo de Calahorra, Pedro de Lepe.
Esta excepcional situación degeneró en disputas entre las autoridades civiles y los representantes de la «comunidad religiosa» de la ciudad de Logroño -esto es, de los conventos, los cabildos parroquiales y los canónigos de La Redonda-, lo que supuso, en primer lugar, la no celebración de las honras fúnebres por Carlos II, como era preceptivo.
Esto no impidió que el Ayuntamiento acordara que «la cantidad destinada para la dicha corrida de toros (la que tradicionalmente se celebraba en la fiesta de San Bernabé, que este año, por tanto dejará de celebrarse)» se usara para dicho funeral, ya que el concejo tenía sus bienes en concurso de acreedores desde 1689.
Por lo que, en definitiva, la misa y el voto de San Bernabé de 1701 se celebraron no el 11 de junio de dicho año sino seis meses y once días después: el 22 de diciembre.