Campus Iberus y Banco Santander han presentado el viernes 10 de marzo, en Zaragoza el Plan de Acción ‘IBERUS HEALTH-TECH’ para desarrollar el área de tecnologías para la salud en el valle del Ebro a través de seis consorcios interuniversitarios.
Este es un proyecto que facilitará la interacción continúa entre bioespecialistas (médicos, cirujanos, biólogos, bioquímicos), ingenieros y científicos y desarrollará una mayor formación en las interfases de sus áreas (ingeniería biomédica, ingeniería biológica, biotecnología y nanomedicina).
La Universidad de La Rioja participa a través de diez de sus investigadores en cuatro de los seis consorcios: Big Data y computación (José María González Sáiz, Isabel Esteban Díez, César Domínguez Pérez y Jonathan Heras Vicente); Evaluación económica de Tecnologías para la Salud: (Carmelo Juarez Castelló, Fernando Antoñanzas Villar, Mª Reyes Lorente Antoñanzas y Roberto Rodriguez Ibeas); Nuevas estrategias personalizadas para combatir enfermedades de origen infeccioso y de origen molecular (Carmen Torres Manrique); y Biosensores para el diagnóstico y pronóstico de enfermedades neurodegenerativas (Consuelo Pizarro Millán).
Además, el Plan de Acción ‘IBERUS HEALTH-TECH’ cuenta con otros dos consorcios más: Iberus Exer-Health (modelado predictivo de perfiles de riesgo asociados a la inactividad física mediante E-Salud); y análisis y validación en el campo de la rehabilitación virtual congnitiva/motora en niños con parálisis cerebral.
En ella han explicado cómo este proyecto busca impulsar la investigación biomédica y la práctica clínica y asistencial a través de la potenciación y aplicación de las nuevas tecnologías.
Así, Campus Iberus junto con Banco Santander, a través de Santander Universidades, ha desarrollado un plan que coordinará y agregará las capacidades de los cuatro territorios en el ámbito de las tecnologías para la salud, permitirá generar crecimiento económico y desarrollo social en el territorio, favoreciendo la creación y el fortalecimiento del tejido productivo mediante colaboraciones público-privadas, alianzas internacionales y atracción de inversores.
Durante la exposición han explicado que para diseñar el plan se identificó previamente cuáles eran las últimas tendencias en investigación sanitaria y se comprobó cómo estas estaban orientadas a la prolongación de la vida, la comodidad y seguridad en la asistencia, la rapidez en la atención, la mejora de la eficiencia y la reducción de costes. Unos campos en los que las nuevas tecnologías van a ser determinantes.
A continuación se identificaron las potenciales sinergias que podían potenciar la capacidad investigadora del territorio del valle del Ebro. Los cuatro campus reúnen a más de 100 grupos de investigación en el ámbito clínico con capacidad de innovar y desarrollar nuevas tecnologías.
En este escenario, se ha definido un plan de acción con 4 programas específicos. El primero, basado en la comunicación y la visibilidad, buscará que combinar la investigación básica con la práctica clínica y facilitar la interacción entre todos los agentes del ámbito clínico.
El programa de coordinación facilitará la interacción con otros actores del sector de las tecnologías creando equipos interuniversitarios multidisciplinares con proyección internacional capaces de captar fondos europeos.
