UR Emplea organiza el jueves 21 de febrero dos sesiones del Taller de Empleabilidad ‘Aprendiendo SCRUM con LEGO’, organizado junto a la empresa Deloitte y dirigido a los estudiantes de la Universidad de La Rioja.
El taller se impartirá en dos sesiones -a las 9:00 y a las 14:00h, en el Seminario ‘Mirian Andrés’ de la Fase IV del Complejo Científico-Tecnológico- con un cupo de 25 inscripciones en cada caso.
Quienes estén interesados en asistir deben cumplimentar su solicitud a través de https://deloitte.survey.fm/taller-de-scrum-con-lego-grupo-de-manana.
Los conocimientos de Scrum se adquieren por la experiencia y no estudiando la teoría o realizando un curso de formación de dos o más días. Practicando se puede acumular una destreza suficiente para su correcta aplicación. ¿Cómo realizar una práctica de Scrum en una clase que sea a la vez motivante y formativa? Hay que intentar simular un proyecto real de forma práctica en clase y es aquí donde aparecen los Legos y el método de Lego4Scrum.
Scrum es el método ágil de desarrollo de software más utilizado del mundo. Se presentó en 1995 y, a día de hoy, un gran número de equipos de desarrollo de Software en el mundo lo usan o están en vías de usarlo.
Como ellos mismo afirman en su lema (10 minutos para aprenderlo, una vida para dominarlo), Scrum es simple pero no es fácil.
Pero la recompensa de su implantación se presenta más que interesante. Aquellas compañías que lo consiguen, elevan su productividad en factores del 4x al 10x, mejoran su ‘time-to-market’ e incrementan sensiblemente su competitividad.
Además, Scrum ha evolucionado significativamente para adaptarse a nuevos retos e ideas durante los últimos 20 años. A pesar de todo, muy pocas compañías consiguen vencer sus propias resistencias para conseguir todos los beneficios que aporta.
Scrum no es una metodología, sino que es una implementación del Agile Manifesto, por tanto, bebe de sus valores.
El movimiento ágil surge de la publicación del Agile Manifesto por líderes de la industria en el 2001. Los proyectos de desarrollo de software se planificaban durante años antes de escribir una sola línea de código, llevando muchas veces a catástrofes, en las que, tras invertir ingentes cantidades de dinero, era luego necesario rehacer todo el software desde cero.