Las Universidades, como elemento fundamental e indiscutible del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, requerimos a las autoridades del gobierno central y de los gobiernos autonómicos, así como a los grupos parlamentarios, que se realicen los cambios legislativos y presupuestarios, en el ámbito de sus competencias, que generen certidumbre y estabilidad a la actividad de investigación y transferencia en España. En este sentido, las universidades consideramos medidas imprescindibles:
1. Que se establezca un calendario plurianual de convocatorias de I+D+i que permita una correcta planificación de los recursos y actividad de los grupos de investigación
2. Que se convoquen las convocatorias que han sido exitosas en años anteriores, en el ámbito de la colaboración público-privada.
3. Que se desarrolle todo el potencial de la Agencia Estatal de Investigación como ente gestor y financiador del Plan Estatal de I+D
4. Que se promueva un pacto entre todos los grupos parlamentarios, para que el gasto destinado a I+D+i goce de la cobertura presupuestaria anual, incrementándose año tras año hasta alcanzar la media europea. Este pacto debe conseguir, además, que los recursos destinados a la Investigación no formen parte de la negociación política
5. Que se promueva una estrategia de captación y retención del talento más ambiciosa, a través de la financiación de contratos predoctorales y postdoctorales, así como su proceso de estabilización, para favorecer el adecuado relevo generacional que necesitan las universidades.
6. Que se elabore una ley de financiación y gestión de la Investigación, o en su caso, se modifique la Ley de la Ciencia, para establecer un régimen jurídico en materia de contratación pública que mejore la eficiencia de la gestión de la Investigación.
7. El desarrollo social y económico de nuestro país necesita, además del reconocimiento curricular adecuado de la Transferencia, que se establezcan y favorezcan ecosistemas de Transferencia e innovación según el modelo de la cuádruple hélice. Los Campus de Excelencia son una herramienta adecuada para ello, precisando de una redefinición estratégica para adecuarlos a la realidad actual y de una financiación estable.
8. Hablar de Transferencia y hablar de ecosistemas de innovación nos lleva, de forma inequívoca, a hablar de personal cualificado y muy técnico en nuestras oficinas de gestión. Consideramos necesario el apoyo a estas oficinas mediante convocatorias estables y coordinadas a nivel autonómico y estatal, lo que permitirá multiplicar la eficacia y su impacto en la creación de una economía basada en el Conocimiento.
9. Resultan imprescindibles cambios para apoyar el emprendimiento universitario, facilitando normativas y ayudas a iniciativas propias desde las universidades.
10. Se considera una buena iniciativa haber convocado el sexenio de Transferencia, pero consideramos necesario introducir criterios claros, objetivos y rigurosos en su evaluación, en búsqueda de un impacto de la excelencia en la Transferencia. Confiamos que esta experiencia piloto contribuya a probar la eficacia de la «Guía de Valorización de Méritos en Divulgación», elaborada por Crue Universidades Españolas y FECYT, tal y como se ha hecho con el informe «Transferencia del Conocimiento: nuevo modelo para su prestigio e impulso» de Crue Universidades Españolas.
11. Ante la inminente publicación del EPIF, se recomienda el desarrollo reglamentario de otras figuras contractuales previstas en la Ley de la Ciencia. Respecto a los contratos formativos de investigadores, estos deben permitir una correcta formación en Investigación, y deben facilitar las tareas docentes en el nivel que aseguren la acreditación posterior de los futuros profesores de universidad. Por lo tanto, proponemos que, voluntariamente, el contratado predoctoral pueda llegar a las 240 horas de colaboraciones docente durante su periodo formativo completo.