Diego Téllez Alarcia, profesor del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Rioja, desarrolla una estancia de investigación en la Real y Pontificia Universidad Santo Tomás de Manila (Filipinas).
Téllez Alarcia, profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales de la UR, aprovechará su estancia -bajo la tutoría académica de José Regalado Trota- para, durante los próximos tres meses, buscar documentación en el Archivo Nacional de Filipinas sobre el destierro de Fernando Bracamonte, Carlos Connely y la fragata Santo Domingo de la Calzada.
Fernando Bracamonte Velaz de Medrano fuel hijo de un consumado conspirador, el marqués de Tabuérniga -protagonista del libro Jaque al rey, del propio Téllez-, y que fue desterrado primero al Río de la Plata y luego, en 1781, a Filipinas. Llegó en 1784 y allí se quedó hasta que el ascenso de Carlos IV le supuso el perdón. Durante esos años había heredado una Grandeza de España, convertido pues en marqués de Cañete y Navamorcuende; pero murió en el viaje de regreso, justo cuando doblaba en Cabo de Buena Esperanza.
Carlos Connely es uno de los irlandeses al servicio de España. Servía en México en un regimiento de dragones cuando estalló la Guerra de la Independencia de los EE.UU. Fue enviado a Filipinas a reforzar la plaza por si era atacada por los ingleses. Allí se quedó hasta su muerte en 1791, llegando a ejercer cargos de importancia como la alcaldía mayor de Camarines y también participando en los proyectos de la Compañía de Filipinas y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Filipinas.
Finalmente, la fragata Santo Domingo de la Calzada era un buque de la Compañía de Filipinas que navegó en dos ocasiones al archipiélago: en 1802 y en 1804. Su vida fue efímera: fue apresado por los ingleses en Montevideo en 1807 y hundido pocos meses después.