Javier Carlos Burón González ha obtenido el grado de doctor por la Universidad de La Rioja tras la defensa de su tesis La arquitectura de la segunda mitad del siglo XX en Logroño. De la vivienda social a la burguesa (1948-1963).
Desarrollada en el Departamento de Ciencias Humanas de la UR, esta tesis ha sido dirigida por Begoña Arrúe Ugarte e Inmaculada Cerrillo Rubio, y ha logrado la calificación de sobresaliente ‘cum laude’.
El objetivo de la tesis del doctor Burón era investigar acerca de la transformación formal de los edificios de arquitectura residencial en Logroño desde finales de los años cuarenta hasta principios de la década de los sesenta.
En este sentido, la tesis hace un estudio desde el ámbito histórico y del arquitectónico en todas las variables de proyecto: tipológicas, técnicas, constructivas, presupuestarias, rentas de alquiler y formales.
Por lo tanto, la tesis intenta reflexionar sobre la arquitectura que construye la ciudad de Logroño en los años de desarrollo de los ensanches posteriores al cambio del trazado ferroviario que limitaba por el sur la expansión de la misma. Zonas urbanas que, al final del periodo estudiado, se iban consolidando con una arquitectura residencial que antecedió a la del desarrollismo de los años sesenta.
En definitiva, se trata del camino seguido por los arquitectos que trabajan en Logroño, materializado en un historicismo que continuó dándose desde los años previos a la Guerra Civil y que se adentró hasta la cercanía del año 1960, mientras se iban aceptando las novedades formales y constructivas que más se relacionaban con la modernidad y que supusieron el paso al predominio del llamado Estilo Internacional más uniformizado.
El análisis llevado a cabo ha englobado tanto la vivienda burguesa como las promociones de vivienda modesta o social. El crecimiento de la ciudad burguesa fue alcanzando las zonas periféricas donde se situaban éstas últimas, que se emplazaban desarticuladas de lo que era el espacio urbano consolidado.
A su vez, estos grupos de viviendas se pretendían autosuficientes y cerrados sobre sí mismos la mayoría de las veces, sin que el espacio urbano a su alrededor recibiera tratamiento adecuado en su entorno ni en su relación con el resto de la ciudad que las va rodeando.
El estudio también ha contextualizado la arquitectura logroñesa de estos años con la realizada en España en el mismo periodo desde 1948 a 1963 y se ha atendido a la labor profesional de los arquitectos que intervinieron en Logroño en esos años, de aquellos afincados en Logroño y de los que ocasionalmente vinieron a trabajar y que contribuyeron a renovar la imagen arquitectónica de la capital riojana.