El Curso de Verano de la UR ‘Gestión de la empresa familiar. Aumentar la competitividad para superar la crisis económica’ tiene lugar el 10, 11 y 14 de septiembre. Está organizado por la Cátedra de la Empresa Familiar y la Asociación Riojana de Empresas Familiares.
Este curso forma parte del programa general de Cursos de Verano de la Universidad de La Rioja 2012, que cuenta con el patrocinio de la División Global Santander Universidades del Banco Santander, y está formado por 45 actividades, entre cursos de formación e idiomas, música, cine y campos de trabajo.
Dirigido por Juan Carlos Ayala, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales y responsable de la Cátedra de la Empresa Familiar, cuenta con un cupo de 40 plazas y una cuota de inscripción de 25 euros para estudiantes y miembros de la comunidad universitaria, y de 50 euros para el resto. El plazo de inscripción concluye el 5 de septiembre.
Está dirigido a alumnos de cualquier titulación de la Universidad de La Rioja interesados en la problemática de la empresa familiar, bien sea de cara a desarrollar su actividad profesional en una de ellas o por formar parte de una familia empresaria; así como a personas implicadas profesionalmente o familiarmente en una empresa familiar.
El objetivo principal del curso es reflexionar sobre qué están haciendo y qué pueden hacer en el futuro las empresas familiares para superar los retos que plantea la actual crisis económica y financiera global.
Además pretende potenciar el acercamiento de los empresarios familiares a la Universidad de La Rioja; compartir y discutir ideas y puntos de vista sobre algunos de los pilares sobre los que debe asentarse el incremento de competitividad en las empresas familiares; y mostrar experiencias de algunas empresas familiares riojanas que han apostado por la formación, la innovación o la internacionalización como factores de competitividad.
La competitividad de las empresas familiares exige una renovación constante de los factores sobre los que se apoya en cada momento. Históricamente, la productividad en este tipo de organizaciones ha crecido sobre todo gracias a cambios tecnológicos. La innovación en este campo ha sido el motor de los grandes avances que han vivido la industria y los servicios en los últimos tiempos.
Sin embargo, no se pueden olvidar tampoco otros aspectos determinantes, todos ellos muy relacionados con la capacidad de reinventarse de las empresas familiares. Entre ellos hay que destacar la apuesta por la formación de las personas o la dotación de estructuras de gobierno que favorecen la rapidez y la flexibilidad en la toma de decisiones.