En una entrevista con EFE antes de pronunciar una conferencia sobre energía, López de Silanes ha asegurado que la Agencia Internacional de la Energía pronostica que un 80 por ciento de la energía en 2030 seguirá siendo del carbón, el petróleo y el gas natural.
López de Silanes ha asegurado que CLH, líder de transporte y almacenamiento de productos petrolíferos en España, dedicará una especial atención a los biocarburantes en los próximos años.
Este esfuerzo, ha asegurado, se corresponde con la necesidad que tiene la compañía de adaptarse a la política establecida por Gobierno español, de que en 2010, al menos el 5,8% de los productos energéticos deberá ser biocombustibles.
Para afrontar este reto, ha dicho que CLH deberá acometer reformas que permitan mezclar combustible fósil con biocombustible.
Ha recordado la inversión de 588 millones de euros entre 2008 y 2011 que acometerá CLH para continuar ampliando su red de almacenamiento y transporte, según lo previsto en el Plan Estratégico aprobado por la compañía en 2007, que prevé una inversión total de más de 730 millones de euros durante todo el período de vigencia del Plan.
Integrada dentro de este grupo, CLH Aviación, está presente en la mayoría de los aeropuertos españoles ofreciendo servicios de almacenamiento, distribución y puesta a bordo en aeronaves de combustibles y lubricantes de aviación.
En aviación, López de Silanes también ha subrayado que el Grupo tendrá que hacer frente al incremento del consumo para poder llevar a cabo los suministros.
En su conferencia titulada «Perspectivas sobre las claves de futuro de la energía y del sector logístico de los productos petrolíferos», ha dicho que España es deficitaria en producción de energía, que es un país importador neto de energía primaria y que el petróleo «va a seguir siendo insustituible y líder, de momento, en el sector del transporte».
En este campo, ha asegurado que CLH cuenta con «una cesta de suministros muy diversificada, con muchas terminales a lo largo de la costa», con una red de oleoductos de más de 3.800 kilómetros y 38 instalaciones de almacenamiento.
También ha destacado la «fuerte apuesta» que ha hecho España por el gas líquido, que considera que compite «muy bien con el gas por tubo y que permite también tener una mayor flexibilidad en el suministro».
En ese sentido, ha subrayado la buena posición española, a pesar de que, como ha recalcado, es un país importador de energía.