Antonio de Lezama y González del Campillo nació en el seno de una familia de profundo talante liberal y progresista. Su padre fue Eladio de Lezama y de él heredó su pasión por el periodismo, pues éste compaginó sus labores de gobernador civil en diversas provincias con las de articulista en publicaciones satíricas como El solfeo o El Gil Blas, donde firmó bajo los pseudónimos de «Solfeo» y «Edelye», respectivamente. Su trabajo más importante para la prensa fue el de redactor en El liberal, diario de gran importancia a finales del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.
Al finalizar la Guerra Civil y tras año y medio de exilio interior, Lezama llegó finalmente a Chile en 1941. En 1960 obtuvo la nacionalidad chilena, aunque falleció en Madrid en 1971.