Las riojanas se hicieron, no sin alguna dificultad y pese a no desarrollar su mejor juego, con un partido que enfrentaba a los dos equipos colistas. El encuentro comenzó sin brillo por ambas partes, sin embargo, la mayor calidad del equipo local hizo que, en los puntos finales, la balanza cayera hacia
el lado de casa.
Todo parecía indicar que tras superar las dificultades inciales, las cosas serían más fáciles para el equipo de la UR, sin embargo, la frialdad del juego hizo que las gallegas se pusieran con seis y siete puntos arriba. El técnico local puso en cancha a María Cegarra y Rivas, que con una
buena racha de saque y un cambio de actitud general del equipo, dio la vuelta a un parcial que asomaba casi imposible.
El tercer set fue más sencillo, con un buen balnce en el saque y la recepción, y las seis azulinas metidas con el traje de faena, no tardaron ni veinte minutos en finiquitar un
encuentro vital para las aspiraciones de supervivencia en la competición de las riojanas.