Portada
 
 
Contenidos
Ejemplos rápidos
Mapa web
Inicio > Qué cuento > Qué es noticia
Qué es noticia

Por María Pilar Perla Mateo

Por No todo lo que llega a la redacción sale a la luz, pero sí al revés: para que salga, ha de llegar. Parece obvio, pero hay que recordar que los periodistas no tienen una bola de cristal para ver lo que pasa. Basta con coger el teléfono o enviar un correo electrónico previo (mucho más recomendable porque permite organizarse mejor el trabajo).

Así pues, lo primero para que algo se convierta en noticia es que llegue a los medios. Ir al encuentro del periodista. Hay que contar lo que se hace para que exista públicamente y se valore. En palabras de Malén Ruiz de Elvira, del diario ‘El País’: “Ya no vale lo de ‘queremos aparecer, pero es que los medios no nos hacen caso’. Hay que recorrer hasta la mitad del camino”.

Una vez en el medio, ¿qué aumenta el carácter noticioso de una información (entre mil y una recibidas)? Es obligado que el tema sea relevante para la sociedad. Y aquí puede darse un conflicto de intereses. Es función del periodista científico actuar de mediador, de ‘intérprete’ entre el mundo de la ciencia y la sociedad. Pero en el ejercicio de esta mediación, el periodista está al servicio del público, no del científico. Es su función social.

¿Qué características ‘puntúan’ a la hora de medir lo que es o no noticioso?

María Pilar Diezhandino las recoge en su libro ‘El quehacer informativo’ (Universidad del País Vasco. Bilbao, 1994):
  1. Novedad. Que rea reciente o vaya a ocurrir (por ejemplo la celebración de un congreso, avisando al medio al menos con una semana de tiempo). En el ámbito científico, no pensemos que sólo hay ‘algo que contar’ cuando tenemos un resultado concluyente entre manos. La puesta en marcha de un proyecto, con unos objetivos definidos; la consecución de una financiación para llevarlo a cabo; la transferencia de conocimiento a una empresa (también en sus inicios, no hace falta haber llegado al final del desarrollo)… también son nuevos para los lectores. Si se trata de un descubrimiento, lo más honesto es enmarcar en su justa medida su relevancia.

  2. Oportunidad. Esto significa estar al quite de la actualidad. Tener iniciativa. Si un fallo estructural ha provocado la caída de un puente y una de nuestras líneas de investigación es evaluar la fatiga de los materiales, podemos contárselo a un periodista y, para contextualizar y por darlo a conocer en un momento oportuno, tal vez nos hagan un hueco. Además, el interés que ese suceso produce en la audiencia se contagiará a nuestro trabajo. La noticia le servirá de ‘percha’.

  3. Proximidad. Lo cercano siempre nos interesa más, ya hablemos de proximidad geográfica, cultural, afectiva… ¿Cómo aprovecharnos de ello para llegar al público? Además de acudir a medios locales, ‘obligados’ a hacer visible la actividad realizada en su entorno inmediato, si una investigación se ha desarrollado en otra comunidad autónoma o en colaboración con colegas de otra localidad, acudamos también a los medios de comunicación de allí. Seguramente les interesará. Además, una noticia científica enfocada desde la cercanía, en plano corto, le dará al periodista ocasión de diferenciarse, de ser original, cuando la realidad de la actualidad científica que llega a las redacciones y, con suerte, sale a la luz, está fuertemente dominada por las notas de prensa emitidas por las revistas ‘Nature’ y ‘Science’.

  4. Prominencia. La relevancia de la fuente es un criterio de peso en la selección de una noticia frente a otras. También puede serlo una ‘guarnición’ con suficiente pedigrí: mediáticamente, no es lo mismo inaugurar un nuevo centro de investigación acompañados de un premio Nobel que sin él.

  5. Conflicto. Inevitablemente, los temas que generan polémica tienen más fuerza. Es interesante que la ciencia no sea la gran ausente de los debates en los que tiene algo que decir (y, en realidad, en el debate social en general, como integrantes los científicos de la propia sociedad).

  6. Impacto. Es importante transmitir a cuánta gente afecta la noticia, a qué colectivos concretos y en qué medida puede incidir en nuestra vida cotidiana.

  7. Rareza. Lo curioso, lo raro, lo poco frecuente o inesperado atraen al público. Los periódicos lo saben.

  8. Acción y emoción. Una estrategia para generar expectación mediática es asociar la presentación de un proyecto, por ejemplo, con una actividad, una demostración. Algo mucho más fotogénico y dinámico que un investigador hablando sentado tras una mesa. La publicidad sabe bien de qué forma nos mueven las emociones.

  9. Interés humano. Ligar la noticia a una historia personalizada es siempre un punto a favor.
Un ejemplo de cómo funciona la cabeza de un periodista ante lo raro “Por ejemplo, entre una empresa que envía un comunicado informando de que ha diseñado un nuevo aparato que mejora el control de calidad de los productos lácteos y otra cuya nota indica que prepara un sistema de control y detección de meteoritos que pueden impactar contra la Tierra, el periodista no dudará en seleccionar la segunda información. Aunque la posibilidad de impacto de meteorito sea remota y la importancia de los productos lácteos sea fundamental para la supervivencia, el periodista, y el lector, no se resiste a la sugestiva historia del héroe (empresa tecnológica) que nos quiere liberar del monstruo (meteorito)”. ‘De la sección de Economía a las de Sociedad y Ciencia. Una perspectiva desde los gabinetes de prensa, por Carlos Elías en ‘Comunicar la Innovación’. Fundación COTEC, 2004.

¿Y si es el periodista el que me busca?

Hasta ahora hemos contemplado el caso de que el científico tenga algo que comunicar. Pero también ocurre lo contrario: que sea el periodista el que busca al científico, ya sea por algo directamente relacionado con su trabajo, o para consultarle una duda, para dar una respuesta desde la ciencia a un interrogante que plantea la actualidad: por ejemplo, en un accidente de un camión con mercancía peligrosa, han reaccionado dos sustancias químicas y ha habido una gran explosión… Queremos saber qué ha pasado, y queremos que nos lo diga la ciencia, que es la mejor herramienta que tenemos para conocer el mundo. Por eso es tan importante que, cuando un periodista acude a la comunidad científica con una pregunta encuentre a un interlocutor.

Y esta es la razón que hace tan vitales los contactos: como dice Alicia Rivera, periodista de Ciencia de ‘El País’: “No hace falta saberlo todo, sino saber a quién preguntar”. No tengamos miedo a convertirnos en referencia. Si no lo somos nosotros, tal vez otro ocupará ese lugar.

EJEMPLOS

Pero los medios de comunicación no son meras correas de transmisión. El buen periodista debe hacer a veces preguntas incómodas, investigar, comprobar. No repetir la exageración de una nota de prensa cuando la hay. Por eso, al transmitir nuestras informaciones, cuidado con caer en la propaganda. Como fuentes, hay que ser fiables, creíbles. Pero no sólo para hablar de nuestra ciencia, de nuestra investigación, sino también a demanda. Seamos referentes cuando la sociedad quiere entender la actualidad y ésta conlleva ciencia. No busquemos en el periodista docilidad ni acatamiento. Cooperemos con él para que pueda hacer su trabajo lo mejor posible. De manera que, juntos, contribuyamos a construir una sociedad bien informada y más libre.

PARA SABER MÁS