Por Álex Fernández Muerza

Redes sociales

Las redes sociales son tal vez uno de los servicios de la web 2.0 más conocidos. En estas webs sus usuarios pueden publicar contenidos para que los vean sus amigos u otras personas a las que se da permiso, y buscar nuevas amistades o contactos. Los usuarios pueden así compartir contenidos, interactuar, crear comunidades y seguir temas sobre intereses similares.

Las redes sociales pueden ser, por tanto, muy útiles también para difundir nuestras investigaciones. Si bien hay una gran cantidad de posibilidades, para centrarse en las redes más conocidas y utilizadas por más usuarios merece la pena entrar en Facebook y Twitter.

En Facebook, podemos crear tanto un perfil individual, personal, como colectivo o institucional. Una vez que nos demos de alta, nos ofrece la posibilidad de buscar contactos en nuestro correo electrónico o en el propio Facebook, para añadir a nuestra red. Facebook también nos sugiere contactos que podrían estar interesados, y un buscador para localizar gente o colectivos. A su vez, estas personas tienen contactos que pueden estar interesados en seguirnos. Para ello, podemos enviarles una invitación para que se unan. Lo bueno de Facebook es que permite publicar contenidos de texto, imágenes y videos, y que los miembros de la red puedan interactuar entre ellos.

En el caso de Twitter nos puede interesar si queremos un medio rápido y directo de dar a conocer novedades a las personas que nos sigan. Su sencillez para publicar y seguir las publicaciones de los demás es su punto fuerte: una vez dados de alta, podemos publicar mensajes de no más de 140 caracteres, que pueden ser titulares con llamadas a eventos, jornadas, resultados de última hora, y también enlaces a nuestra web o a otras que consideremos interesantes para la gente que nos sigue.

La facilidad de uso, potencial comunicativo y gratuidad son otra de sus bazas. No hace falta ser una institución de gran presupuesto para estar en estas redes, y de hecho, pequeños centros están entrando en ellas y aprovechándolas con cierto éxito. Por ejemplo, el Centro de Ciencia Principia de Málaga ha puesto en marcha su espacio en Facebook y ha conseguido tener más de 5.300 seguidores. En ambos casos, al estar en estas redes también podemos atraer a personas que estén interesadas en los contenidos que publicamos y que, al realizar búsquedas en dichas redes, nos encuentren y se apunten a seguirnos.

Weblogs, blogs o bitácoras

Son otro de los fenómenos más populares de esta web 2.0. Un formato ideal para publicar de forma sencilla y ágil (no hace falta ser un experto en informática o diseño para poner en marcha uno) contenidos de todo tipo, tanto textuales como multimedia, a modo de diario digital, de forma cronológica, (los contenidos más nuevos aparecen los primeros, y van pasando a posiciones inferiores para dar paso a las nuevas publicaciones).

Como investigadores, nos pueden ser muy útiles para dar a conocer nuestro trabajo, nuestras inquietudes, y para darnos a conocer en Internet; es como una carta de presentación de lo que somos y lo que hacemos. También como institución puede ser interesante tener un blog, tanto en su faceta más corporativa como en la investigadora. En este caso, podemos encontrar las “granjas de blogs” o “blogs colectivos” en los que varias personas se encargan de mantener y publicar contenidos en un mismo espacio. Por poner algunos ejemplos, en inglés se puede encontrar Science Blogs y, en castellano, E-ciencia.com. Como iniciativa del mundo universitario e institucional, destacan Ehusfera, de la Universidad del País Vasco, o los de MadrI+D.

Su facilidad de actualización y estructura en "formato diario" es ideal para hacer seguimientos de campañas, expediciones, desarrollo de investigaciones, etc. Un ejemplo es lo que hicieron los científicos Miguel Motas y Silvia Jerez, de la Universidad de Murcia. Participaron en la Campaña Antártica Española 2008-2009 y contaron en un blog el día a día de su trabajo en el continente helado. Cada vez son más los “bloggers” que se lanzan a publicar bitácoras relacionadas con ciencia, contabilizándose por centenas. La calidad de estos blogs depende lógicamente de la o las personas que los mantienen. Una forma de localizar los más interesantes es mediante las listas de blogs de Alianzo, de Wikio o de Bitácoras.

La popularidad de estos blogs también pueden servir para difundir nuestro trabajo. Así, podemos enviar nuestro trabajo a estos bloggers para que lo publiquen, mencionen o comenten en sus blogs.

Junto a las publicaciones de los posts (los artículos en la “jerga” blog), conviene estar familiarizados con los servicios de “inteligencia colectiva” más populares. Gracias a ellos podemos dar a conocer nuestras publicaciones entre más gente. Aquí se podría hablar básicamente de dos sistemas. Por un lado, las informaciones, enviadas por los usuarios, son publicadas si los editores de la web consideran interesante. Estas noticias luego pueden ser comentadas por los usuarios. La primera fue Slashdot, que cuenta con sección de Ciencia. La versión castellana de esta web más popular es Barrapunto, que también tiene un apartado de Ciencia.

Por otro lado, los usuarios envían historias que los demás participantes del sitio pueden votar, moviendo las más votadas a la página principal. La primera en lanzar este concepto fue la estadounidense “Digg”, que tiene sección de Ciencia. En castellano, la más popular es “Meneame”, que también cuenta con sección de Ciencia. Por otro lado, los usuarios envían historias que los demás participantes del sitio pueden votar, moviendo las más votadas a la página principal.

Foros de debate y listas de correo

Wikis

Una wiki es una aplicación informática que permite a varias personas crear, actualizar y corregir documentos web de manera colectiva, rápida y sencilla. El wiki más conocido es Wikipedia, una enciclopedia on-line sin ánimo de lucro realizada con las aportaciones de internautas (los “wikipedistas”), que puede resultar, debidamente contrastada, una útil fuente informativa y documental científico-tecnológica. Como investigadores también podemos participar, tanto publicando anotaciones que no estén todavía, como mejorando o corrigiendo las que ya estén.

Realidad Virtual

Multimedia

Asimismo, Internet es ahora más multimedia que nunca. Por ello, los investigadores pueden aprovechar toda clase de contenidos de audio y vídeo para completar sus blogs, redes sociales..., o incluso publicar sus propios contenidos multimedia, un contenido cada vez más demandado entre los internautas, que ya no se limita sólo a la información textual.

Si bien los contenidos de ciencia están un tanto dispersos, se pueden encontrar también material interesante, como podcasts y videocasts (grabaciones de audio o vídeo similares a programas de radio y televisión), tanto en webs amateurs como profesionales, sistemas de edición y publicación audiovisual on-line con contenidos de ciencia muy diversos, como en Youtube o Vimeo, buscadores de vídeos de ciencia, como Science Hack, webs para publicar y compartir presentaciones tipo powerpoint en SlideShare, webs para montar una televisión en ‘streaming’ (emisión en directo por Internet), como Livestream. En España, destaca Indagando, una TV en ‘streaming’ para divulgar contenidos de ciencia e innovación.

Como herramientas de comunicación, se pueden utilizar hoy programas de chat de texto, audio y vídeo. Además de Live Messenger, destacan Skype y el vídeo chat de Google.

El movimiento es vertiginoso en Internet, y algunos expertos ya hablan de la llegada de la “web 3.0.”, marcada por su “inteligencia semántica” y su carácter móvil y ubicuo.