Congreso Internacional: Música y Corpografías / International Conference: Music and Body Matters
Laura Cuervo (Universidad Complutense de Madrid)
Nuevos criterios sobre el manejo de las manos como respuesta a la transición de la técnica interpretativa del clave al piano.
Con la paulatina sustitución del clave por el piano a lo largo de los veinte primeros años del siglo XIX después de un largo periodo de convivencia, se verificó una idiomatización del lenguaje pianístico motivada principalmente por las posibilidades sonoras del instrumento y por las exigencias de la nueva práctica interpretativa. El lenguaje musical propio del estilo compositivo clásico, demandante de una articulación detallada, de acentos concretos y de fluctuaciones dinámicas marcadas antes impracticables en el clave, favoreció la separación del cuerpo y de los brazos del teclado para colocar las manos y los dedos de forma diferente a la utilizada hasta entonces en el clave. El cambio de la postura del intérprete al teclado quedó plasmado en las obras didácticas para piano. Si bien los primeros métodos están dirigidos indistintamente al clave o al piano y recogen pautas generales de una técnica aplicada a una mecánica más frágil y ligera propia del clave y de los primeros pianos, con las mejoras técnicas de éstos últimos enfocadas principalmente al fortalecimiento de la sonoridad y a resaltar las variaciones dinámicas, a partir de ca.1797 se fue plasmando en las obras didácticas ya destinadas exclusivamente al piano una técnica interpretativa condicionada por una mano fuerte y a la vez ágil, en un principio desprovista del apoyo del antebrazo. Al atribuir los autores a todos los dedos la misma capacidad de poder intervenir en la ejecución de la obra, se hizo necesaria una revisión de los criterios válidos hasta entonces de la digitación y del desplazamiento de las manos.