HUM2007-62337/HIST
La transición
ibérica, Portugal y España. El interés
internacional por la liberalización española
(1974-1977) desde el impacto del 25 de abril en
Portugal
Ministerio de Educación y Ciencia
La Transición española constituye
un primer caso fundamental -después de la
República Dominicana- de transición
desde una dictadura a una democracia mediante un
proceso pacífico -sin pérdida de una
guerra, sin imposición exterior, por vía
de la transacción y la progresiva liberalización
del autoritarismo precedente- y por ello mismo se
ha convertido en uno de los más importantes
fenómenos políticos del último
tercio del siglo XX. Y lo ha sido no por la importancia
del proceso hacia el interior: lo cual ya era bastante
en sí mismo, al acabar con una dictadura
militar en un país de sólida cultura
occidental, también lo ha sido, sobre todo,
porque constituye un hito de cara al exterior que
ha permitido construir una fórmula de aplicabilidad
constatada, una llave para las futuras democratizaciones
en el marco de un inalterable mundo liberal capitalista,
un logro de la distensión y, desde luego,
un paso en firme hacia el nuevo orden mundial y
la superación globalizante y globalizadora
de las dictaduras.
Aunque el tiempo haya ido cargando de significado
e interés, por su amplio eco, la democratización
española, la atención hacia España,
entre noviembre de 1975 y diciembre de 1978, aun
siendo grande, no tiene comparación con el
interés, la preocupación y la movilización
que para EEUU, Francia y Alemania provocó
la revolución portuguesa del 25 de Abril.
De hecho, desde la óptica occidental uno
y otro proceso no parecen separables, porque en
1974 y en 1975 la visión sobre la ruptura
portuguesa no se apartaba en los gobiernos occidentales
del futuro inmediato de España, por ello
hay que hablar de una Transición Ibérica.
Aclaramos que ello no identifica los dos procesos,
ya que el cambio portugués se inicia por
la vía de la ruptura y el español
siempre siguió un modelo reformista, sino
que precisamente para evitar la ruptura "a
la portuguesa" se despierta la atención
de las potencias occidentales ante la inminente
transición española.
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