Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL


7
Legislatura: 1854-1856 (Cortes Constituyentes de 1854 a 1856)
Sesión: 1 de marzo de 1855
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica:
Número y páginas del Diario de Sesiones: nº 94, 2.541, 2.542
Tema: Continuación de la concesión del ferrocarril de Aranjuez a Almansa

 

El Sr. COLLANTES (D. Antonio): Cambio el turno con el Sr. Sagasta.

El Sr. SAGASTA: Doy las más sinceras gracias a mi amigo el Sr. Collantes por el obsequio que acaba de dispensarme cediéndome el turno de la palabra, y que agradezco tanto más, cuanto que conozco el sacrificio que para ello ha tenido que hacer, en atención a lo aficionado que con mucha razón se muestra S.S. a todas las cuestiones que, como ésta, afectan directa e inmediatamente a los intereses materiales del país.

Señores, antes de entrar en la materia de este debate, debo hacer dos observaciones, para mí de mucha importancia. Consiste la primera en manifestar que yo no considero esta cuestión como de oposición, como no considero ninguna, porque tengo la íntima persuasión de que el voto, en ésta como en todas circunstancias, debe darse con la conciencia libre, tranquila y espontáneamente, sin relación a personas ni a partidos, y que debe darse única y exclusivamente bajo el punto de vista del interés público. Y si ésta es mi persuasión en general, con mayor razón debe serlo en el caso especia en que nos encontramos en la cuestión actual, que no quiero, que no debo, que no puedo traer al terreno político, porque en él fácilmente se apoderaría de ella, como desgraciadamente ha sucedido ya, el monopolio, la desmoralización y arbitrariedad, para ahogar todo género de empresas e imposibilitar la realización de las mejoras más importantes para el país.

La segunda observación que tengo que hacer de reduce a declarar que los señores que componen la Comisión me merecen, como no pueden menos de merecerme, como se la merecen a las Cortes Constituyentes, como justamente la merecen a toda la Nación, la más completa confianza, y que ni por un momento siquiera he debido ni podido dudar de sus buenos deseos, de su exquisito celo por resolver esta cuestión, como cuantas les han sido encomendadas, de la manera más beneficiosa al país. Ni podía ser otra cosa, teniendo como tengo hacia algunos la más cordial amistad, hacia todos el más profundo respeto. He creído conveniente y hasta necesario hacer estas observaciones, porque tengo el sentimiento de haber de impugnar severamente el dictamen que nos ocupa, y no quiero que mis palabras, que mis ideas, que mis pensamientos se interpreten viciosamente.

Voy a atacar el dictamen, pero yo no puedo, yo no debo atacar a sus autores, cuando sé que han procedido con la mejor buena fe, con los mejores deseos, con la mejor intención.

Señores, el Gobierno presenta a la consideración de las Cortes Constituyentes un proyecto de ley relativo [2.541] al ferrocarril de Aranjuez a Almansa, en cuyo preámbulo reconoce, como no puede menos de reconocer, que el otorgamiento del contrato de esta línea a D. José Salamanca, verificado en el año 1.851 por una cantidad alzada y sin que precediesen los estudios, cálculos y proyectos de la misma, es una infracción palmaria de los principios generales establecidos para los contratos de los servicios públicos, y que la resolución que por consiguiente debiera tomarse consiste en la anulación pura y simple del contrato, y abono al contratista, según tasación, de las cantidades invertidas en obras y material del camino; y sin embargo de reconocer esta ilegalidad, el Gobierno la confirma en parte, pretendiendo que las Cortes Constituyentes la sancionen a pretexto de que las obras están muy adelantadas, que se ha invertido ya en ellas un crecidísimo caudal, y que, necesitaría no obstante para acabarlo, además de las sumas, que se le adeudan al contratista, grandes cantidades de que no puede inmediatamente disponer, proponiendo por consiguiente la rescisión del contrato de este camino de hierro y su conclusión al mismo contratista, devolviendo éste por lo tanto los 111.500.000 reales que del Gobierno tiene recibidos en acciones de ferrocarriles.

El Gobierno, pues, llevado de los mejores deseos, guiado por el más exquisito celo, que yo aplaudo sinceramente, creo que la conveniencia pública le obliga a proceder de esta manera; pero la Comisión en su dictamen va más allá, propone más de lo que propone el Gobierno, y yo voy a ver si puedo demostrar que la conveniencia pública exige lo contrario de lo que se propone, que la conveniencia pública exige la anulación pura y simple del contrato por ilegal y por oneroso, como oneroso, no en lo que tiene relación con el proyecto del Gobierno, sino con lo que la Comisión aumenta, con lo que la Comisión añade.

El empresario del camino de hierro de Aranjuez a Almansa tiene recibidos del Gobierno 11.500.000 rs: la cantidad total en que este camino fue subastado asciende a 190 millones......

El Sr. VICEPRESIDENTE (Olea ): Sí S.S. piensa extenderse demasiado, podrá continuar mañana.

El Sr. SAGASTA: En este momento no puedo saber si me extenderé mucho o no.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Olea ): Pues continuará S.S. mañana; se suspende esta discusión.



VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL